Noche de desenfreno [ Aaron ]

Una figura preparaba copas de forma ajetreada tras la barra, mientras susurraba los pedidos una y otra vez para no olvidarse de nada o lo despedirían

- marchando una clara para la señorita, un whisky con hielo para el caballero .. un martini.. y un cockel..

Dijo la voz con cierto acento inglés del chico que yacía tras la barra, trabajando como un condenado para ganarse un salario extra con el que hacer algo con su monótona vida de estudiante. Era una cara bastante conocida.. ojos azules, flequillo ladeado y despeinado que le daba cierto aire misterioso, nariz recta, labios carnosos, mandíbula varonil.. se trataba como no de Aaron Asher, el revolucionario de la elite del instituto.

Aaron se volteó en cuanto oyó una particular voz, la reconoció al acto.. era otro miembro de la elite, un año menor si no recordaba mal. Creía recordar que la apodaban Silver o algo así.. Entregó los pedidos y se pasó el dorso de la mano por la frente, despeinándose levemente el flequilla y dejando que quedara de forma rebelde y agraciada. Clavó sus ojos azules en los de ella y preguntó educadamente con una de sus mejores sonrisas

- ¿qué te pongo Silver?

- marchando una martini seco para la señorita

Susurró para luego cojer una copa alargada y disponerse a llenarla. Mientras preparaba la bebida con elegancia la miró de reojo y buscó algún tema para sacar. Miró disimuladamente por encima de su hombro, estrañándole verla sola.

- ¿no llevas acompañante o esque vienes de pesca?

- uuh, temblad chicos solteros, Silver está al acecho

Dijo entregándole el martini seco con la mejor de sus irresistibles sonrisas. Siempre se había fijado en esa pequeña mujercita pero jamás se había tomado la libertad de entablar una conversación con ella para conocerla mejor. Era de esas de se mira pero no se toca, o eso parecí a sus ojos. Empezó a lavar unos vasos mientras la miraba medio riendose por debajo de la nariz

- así que de caza ¿eh? ¿y a quién esperas cazar?

- vaya vaya.. aún no te has tomado el martini y ya andas desvariando, muñeca..

Bromeó secándo con un trapo los vasos mujados después de fregarlos. Esa chica era imposible pero le hacía mucha gracia. Adivinó que gracias a ella pasaría una tarde entretenida. Parpadeó, jugando a hacer aparecer y desaparecer sus ojos azules tras esos pesados párpados.

- trataré de hacerte una especie de dos por uno.. martino y Aaron a precio de martini

Bromeó

- ah ah.. soy de alquiler, a mi no se me compra.. y dime, ahora en confianzas.. ¿qué me harías si te dejara poseerme durante un par de horas cuando termine mi turno?

Bromeó clavando su mirada en el labio inferior de ella, realmente sabía ser sensual.. le gustaba eso en una chica.

- oh.. entiendo.. ¿con que esas tenemos, eh bonita?

Bromeó riendose con ganas al verla jugar a juegos que él consideraba de mayores. Se acercó otro camarero y le pidió un par de copas que él preparó con naturalidad, echando miradas de reojo a Joanna.. pensando si acepatar o no su oferta

- me lo pensaré.. ¿qué ganaría yo si pasara un par de horas contigo a solas, preciosa?

Bromeó haciendose el ligón mientras le entregaba al camarero el pedido. Pasó el jefe y se puso a trabajar como si no estuviera hablando con esa muchacha de ojos impresionantemente preciosos.

- no.. me parece demasiado

Se mofó una vez el jefe se largó. Apoyó los codos en la barra y apoyó el mentón en las palmas de una mano, mirándola fijamente con una cautivadora sonrisa

- a ver si voy a tener que pagarte por eso..

- eh, espera.. no me has entendido, Silver.. espera mujer, quería decir que me parece algo muy ..grande.. poder estar contigo. No me malinterpretes.. lo de pagar no me refería a puta, sino a que eres algo fuera de mi alcance..

Dijo preocupado al ver como se lo había tomado

Aaron no esperó esa pregunta y se limitó a mirar la barra y a reseguir los dibujos de la madera con las yemas de los dedos. Aunque pareciera mentira no era un chico con la autoestima por las nuves, como aparentaba ser, y esas cosas.. creía que si ligaba era por su caracter y no por su cuerpo, o eso quería creer.

- no lo se.. porque eres.. nose.. guapa y esas cosas

- pero no nos comapres, chica, no cometas ese error fatal

Sonrió al decirlo y preparó otro martini sin preocuparse de cómo le sentaría el alcohol a esa chiquilla. Alargó la mano y le apartó un mechón de pelo del rostro para ponérselo tras la oreja.