Oh, mierda, mierda, mierda! / Aaron

Estaba tirada en el sofá, haciendo zapping en la tv, ya que parecia que ningun canal queria dignarse a dar algo que pudiera interesarme, no habia nadie en casa aparte de mi, cosa que en parte me gustaba y en parte no, ya que una siempre podia pasarselo bien molestando a Gary.
Entonces, mientras seguia con mi estimado mando de la televisión en la mano lo recorde - Mierda - dije poniendome de pie en el suelo de un salto, ¿porque narices mi cabeza no podia recordar las cosas de un dia para otro?, mi cabeza empezó a moverse para poder buscar algun lugar donde mirar la hora en esa maldita casa, cuando lo encontre y vi que solo quedaban cinco minutos para que llegara casi me da algo - Piensa Sus piensa... - dije intentando tranquilizarme, me miré, no iba tan mal, vaqueros azules, camiseta roja de tirantes y descalza, bueno estaba en mi casa, no me iba a poner de punto en blanco, volvi a mirar al reloj y casí corrí al lado del telefono para llamar a un lugar donde ya me conocian demasiado bien - Mei eres tú? - le pregunté, habia llamado al restaurante chino de siempre, y no se como siempre me atendia la misma chica - Pues necesito lo que me traeis siempre pero para dos - dije después - Gacias - dije con una sonrisa para luego colgar, ahora solo faltaba que apareciera si esque habia conseguido enconrar mi casa.

Un sonoro y apropiado "Ding Dong" indicó la llegada de alguien a la casa. Evidentemente, no podía ser menos, se trataba de Aaron Asher. Plantado en la puerta, ramo de flores en mano y medianamente bien peinado. No sabía si a eso Susan lo llamaba cita o simple quedada.. pero para él era algo importante. Llevaba una camiseta deportiva que le sentaba bien y, según él, le daba suerte con las chicas. Como pantalones unos sencillos tejanos..y deportivas. Llamó a la puerta y aguardó de espaldas a esta. Se acordó de hacer la prueba del aliento, que dió negativo, menos mal. Se relamió el labio distraido mientras miraba el ramo compuesto por dos rosas rojas.

Justo acababa de colgar el telefono de la cocina cuando escuche que llamaban a la puerta, suponia que seria Aaron, ya que los chinos eran rápidos, pero dudaba que tanto como para tener la comida echa y traerla en menos de 20 segundos.
Me dirigi intentando estar minimamente calmada a la puerta, aun descalza y la abrí, encontrandome con la espalda del que parecia Aaron, fruncí un poco el ceño, mira que yo era rara pero esperar de espaldas a una puerta?

- Emmmm ¿hola? - dije sujetando la puerta a mi lado

Al oir como la puerta cedía se volteó con suma rapidez, apoyándose en los tacones de sus deportivas. Al hacerlo, un mechón de su pelo le cayó delante de un ojo y rapidamente se lo retiró de la cara con la mano que llevaba el ramo, haciendo que las rosas le golpearan el pelo. Maldijo las espinas que se enredaron en su melena y logró sacárselas luego. Le tendió las rosas mientras se mordía el labio inferior, avergonzado de la torpeza que le entraba solo al estar cerca de ella.

- Hola.. toma.. te he traido flores.. adornadas con unos cabellos mío..

Dijo con una media sonrisa avergonzasa

Al ver como se volteaba y todo lo que pasaba con las flores mi cara mostraba algo de preocupación, parecia que terminaria llevandose su cabello con las rosas, las tomé en mi mano derecha con una cara que estaba entre sorprendida y avergonzada. En serio tenia pinta de chica a la que le regalan rosas?, le sonreí.

- Emm.... gracias... - dije mirando a las flores y luego a él, si lo pensaba mejor era algo muy bonito ¿no?, después de algunos segundosde silencio negué un poco con la cabeza apartandome un poco de la puerta para dejarle entrar - Pasa, pasa - dije mirandole

Aaron podía ser todo lo machote que os imaginéis, revolucionario y un tipo duro, pero seguía siendo ese romanticón pastelero y dulce que a veces se pasaba de acaramelado. Pero como nunca ninguna chica se había quejado.. Se encojió de hombros perdido en su mundo y aterrizó con la mejor de sus sonrisas al verla dejarlo pasar. Asintió una sola vez y entró en la casa poco a poco, sin poder apartar la mirada de la de ella..¿podían existir las personas tan hermosas?

- bueno.. Susan.. bonita casa..

Dijo sin saber bien lo que hacer o dónde acomodarse. Se quedó mirándola, medio acorralándola entre la puerta cerrada y él, pero sin querer intimidar

Le miré entrar a la casa para después cerrar la puerta con un pie mientras escuchaba lo que dijo - Bueno, tiene techo así que a mi me basta - dije riendo un poco para luego girarme y encontrrmelo delante de mi, reí un poco, echandome un mechón de cabello detras de la oreja - Nos sentamos? - le dijre entre pregntando y afirmando, tendiendo un brazo para señalar el sofá

- em.. si, claro.. perdona

Dijo apartándose, dándo un paso a la vez que ella hacia la izquierda, riendo por lo bajo y dándo un paso a la derecha, a la par que ella. Se rió relamiéndose el labio y apoyó ambas manos en los hombros de Susan para voltearse a la vez y así evitar hacer más el tonto. Se sentó en el sofá, sin saber bien si sentarse cerca.. o lejos.. o medio.. o nada. Se pasó una mano por el pelo y susurró

- gracias por invitarme..

Cuando paso eso me senntí bastante ridicula, por no decir muchisimo, y mis mejillas así lo mostraron, poniendose completamente sonrojadas. Finalmente Aaron lo soluciono apoyando sus manos en mis hombros.

Le miré de reojo cuando nos entamos, dios... des de cuando yo era una chicac que no sabia que de cir?, suspiré y le mire directamente unos segundos despues de que hablara - De nada, supongo que así te agradezco que me observaras ayer - bromee un poco, o al menos eso intente

- Susan.. yo.. bueno, es difícil de decir.. yo.. quiero conocerte más. Quiero saber más cosas de tí.. aunque sean tonterías.. *quiero ser alguien en tu vida*

Eso último solo lo pensó. La miró fijamente con esos ojos azules mientras apenas parpadeaba y se relamía con insistencia el labio inferior, como tratando de desgastarlo. Siguió con la mirada el cabello castaño de ella.. era precioso, como todo ella. Se sintió pequeño a su lado y apartó la mirada.

Le escuché, vale, me sentia totalmente extraña por aquella situación, a mi nunca... nunca me habian dicho nada de esas cosas, aparté la mirada justo al mismo momento que él, soltando un pequeño suspiro y luego golpee mis muslos con una sonrisa en lso labios, volviendo a mirarle.

- Pues solo debes preguntar - le dije mirandole, si queria saber no habia mas, responderia lo que él quisiera

- ¿tienes novio?

Preguntó sin más alzando la mirada para ver los ojos de ella fijamente con una media sonrisa nerviosa en el rostro. Se acarició con las manos las rodillas y se balanceó un poco el el sofá sin saber bien lo que hacer o lo que decir. A lo mejor ella lo echaba de su casa por atrevido, pero las cosas hay que llamarlas por su nombre. Cada vez que la miraba se olvidaba hasta de su nombre.. y su corazón quería irse de su pecho..

- No, no, no, no, no - contesté demasiado rapidamente, repitiendolo varias veces mientras mi cabeza negava, haciendo que mi cabello se moviera a la par que mis negaciones.
Le miré después de eso, habia parecido algo idiot apor contestar tan deprisa, pero casi me habia visto obligada ha hacerlo para dejarlo bien claro.

Eso le dió mucho que pensar a Aaron. A ver.. ¿"no no no no no" significaba que no le interesaba tener nada serio con nadie y que ni lo intentara o era un "no no no no no" de que estaba soltera y disponible por si surgia algo entre ellos.. ? Sacudió la cabeza sin poder reprimir una dulce sonrisa y se acercó un poco usando de excusa que esa parte del sofá no era cómodo.. quedando a un metro de ella

- bueno.. yo tampoco tengo novia.. en este caso

Me mordí el labio inferior, haciendo una leve mueca que probocaba que mi ceño se frunciera, habia sido bastane tonto contestar de ese modo, pero lo echo, echo esta.

Le sonreí al ver que se acercaba - Bien entonces - dije sin dejar de mirarle, dejando de nuevo mi labio y sin poder evitar sonreir

- ¿y cómo es que la chica más hermosa del insituto está soltera? y lo más importante.. ¿puedo hacer algo para solucionar este grabe problema que no me dejará dormir por las noches?

Dijo cruzado de brazos mirándola de reojo con una tierna sonrisa mientras trataba de no parecer demasiado descarado, pero esque estando bajo la mirada de esos ojazos.. era difícil controlarse.. quería estar con ella, y ya lo había decidido. Si ella había sido capaz de decirle que sí a una cita con esa convicción.. ¿porqué él no podía inisnuarse?