Y mis palomitas?{Libre}

Despues de haber dejado a mi hermana en su casa, en su pequeña cama tapada, decidio que era hora de estar con ella misma un momento, de poder ir a ver una pelicula para destrezarse de tantas cosas que bombardeaban sus pensamientos, uno de ellos la carta recibida de su padre hace 1 semana.
Creia que el asunto lo dario por descartado, pero aun venia a su mente. Entro sin titubear a el cine y se dirigio al candy bar, unas palomitas la reanimarian

Un chico alto de espalda ancha y fuerte llegó a la cola del puesto de palomitas y hundió las manos en los bolsillos mientras arrugaba un poco la nariz y se relamía el labio inferior mirando las ofertas de packs de palomitas, aun ser de la élite no era una chico caracterizado por tener mucho dinero, así que una oferta siempre era bienvenida en su monótona vida. Observó un dos por uno que tenían en oferta. Sonrió de forma encantadora y movió la cabeza para que el flequillo no le molestara a los ojos.

Despues de comenzar a impacientarse se decidio por unas grandes palomitas y una gaseosa de tamaño familiar, se puso en la cola detras de un chico que parecia feliz, aunque no podia saber quien era debido a que una chica se colo en la fila detras del chico, tratando de insinuarsele-Oye no te coles, haz la fila como todos!-dije mirando a la chica que me devolvio una mirada de desdén

Aaron tenía una mano metida en el bolsillo para sacar breves instantes después un par de billetes y algunas monedas que tintinearon cuando hizo el recuento a ver si llevaba suficiente dinero para esa 'afortunada' oferta. Vió que una chica se colaba justo detrás de él para sacudir su melena en su careto y empezar una conversación con él de típica ligona descarada. Alzó una ceja, arqueándola de forma elegante mientras la miraba con cara de ¿nos conocemos?. Miró a Caroline y la reconoció al acto. Sonrió y le hizo el gesto a esa rubia potente que quería llevarlo a los servicios con ella para que se largara.. Se acercó a Carol y la tomó de la mano para ponerla de nuevo detrás de él.

- buenas tardes Caroline, me sorprende verte.. ¿sola?

- hagamos un trato.. te invito a unas palomitas a cambio de que dejes de hablar .. así.

Dijo con una mueca arrugando un poco la nariz pero sin perder ese deje atractivo que lo caracterizaba. Sacudió la cabeza haciendo que su pelo se moviera y resvalara delante de uno de sus ojos. Así era Aaron.. el hombre de bronce y mazapán.. fuerte pero dulce.. una extraña mezcla.
La miró a los ojos esperando una respuesta, con aires impacientes

- eres imposible, Caroline..

Dijo negando con la cabeza y pagó las palomitas al tío que las vendía y que, por cierto, los miraba algo aburrido. ¿Al parecer no eran los únicos que montaban shows, no? Se encojió de hombros y se dejó la paga para poder comprar los caprichos de esa chica.. ai.. mujeres.

- ¿qué peli vemos?